5 de octubre de 2011

Literatura - Tema: El mito

El llanto eterno

Ismene ya tenía 21 años. Un día decidió irse a vivir a un pueblo muy lejano. En el camino, se encontró a un semidios llamado Heron. Muy amablemente él la condujo hasta su pueblo, Cerezo.
Al llegar allí el le ofreció una cabaña de huéspedes. Ismene muy agradecida insistió en pagarle, pero él no aceptó.
Pasaron los meses, semanas, días y ellos estaban cada vez más enamorados. Cierto día Heron fue informado de que su hermana contrajo una enfermedad grave y necesitaba a alguien que cuide de ella. Cuando Hermes se enteró de lo sucedido fue a Cerezo a obsequiarle unas zapatillas aladas, iguales a las de él, para viajar junto a su hermana Alaida.
El día que Heron iba a partir Ismene le comentó que estaba embarazada. Muy sorprendido él decidió no viajar, insistentemente Ismene lo convenció de ir y volver antes que pasaran 9 meses.
Al anochecer Heron ya había llegado junto a Alaida. Pasaron semanas y accidentalmente Heron contrajo la misma enfermedad que su hermana, al cabo de días esto provoco que los dos murieran. Carcas, el rey de el pueblo al enterarse de la noticia viajó hasta Cerezo a comentarle a Ismene que Heron había muerto, ella llorando desesperadamente le agradeció su visita. Día y noche Ismene lloraba desconsoladamente.
Pasaron 9 meses, dio a luz a un hermoso bebé al cual llamó Locre. Como todos los bebés Locre lloraba, pero él lloraba excesivamente ya que su madre también lo hacía.
Zeus, curioso por saber lo que sucedía fue hasta Cerezo a hablar con Ismene, pero ella estaba demasiado frustrada para hablar. Repentinamente Zeus se enojó y para castigarlos los condenó a ambos madre e hijo al llanto eterno.
Las nubes del Olimpo no aguantaban tanta agua y en la Tierra caían gotas cada tanto, eso provocó la lluvia y las tormentas.

Victoria Bellanti, Manuel Santoro, Lucas Martínez, Abril Heindenreich 1º BAE

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