13 de agosto de 2014


 Otro final posible para la novela  "Los vecinos mueren en las novelas"
Valentín Potente     1° BAE

Muerte, Ilusión o Realidad

Ahora veo todo blanco y negro, la cabeza me da vuelta. Sinceramente no sé si morí, si era una mentira, un juego psicológico el que aquella señora me había jugado o si simplemente, era falso. Es una sensación extraña la que recorre lentamente mi cuerpo, no sé como describirlo pero algo no está bien. Intento dejar de lado el dolor.
Alzo la vista, una terrible tormenta se avecina. Por allí veo mi casa a tan solo unos metros de donde yo estaba. Una tremenda confusión sufro en este instante, la señora Greenwall se encuentra dentro. Tal vez, mientras yo estaba tendido y probablemente desmayado ella había robado mis llaves. Instantáneamente, busco en mis bolsillos las llaves, pero ellas seguían allí. ¿Como habrá entrado?
Me levanto con las fuerzas restantes. Me dirijo lentamente a mi casa, observando cada movimiento de la vieja por la ventana. 
Cuando me encuentro aproximadamente a unos tres metros ella me ve. Su rostro expresa algo de soberbia.  Había algo que no encajaba, como que una pieza faltaba en este gran rompecabezas, el cual literalmente me estaba rompiendo la cabeza. Esa señora me hacía dudar, su rostro irradiaba desconfianza, su forma de razonar me generaba bronca tal cual me pasaba con Anne. La única razón por la que no quisiera matar a Anne seria por su dinero, porque sin ella no podría sobrevivir. Pero esta señora no tiene ningún motivo para no ser asesinada, nada que yo necesite, para colmo, ella intentó matarme, afortunadamente no le salió o por lo menos eso creo. Capaz nada de esto está pasando y esto es un simple alucinamiento después de mi muerte pero si no lo es hay varias posibilidades de saber cómo llego ella aquí. Podría simplemente preguntarle cosa que seria inútil, nunca me lo diría o no sabría si es verdad. Se sienta en el sofá del hall y espera por mi entrada.
Entro. La observo de pies a cabeza, estaba tal cual la había visto en su casa. Pero no había reparado en sus zapatos, no sabía quién se los había visto, pero me resultaban familiares. Una serie de imágenes paso por mi cabeza rápidamente. Eso era, ANNE. Eran los mismísimos  tacones negros con los que Anne había partido esta mañana.
La señora iba a decir sus primeras palabras cuando la interrumpí.
- John...
- Greenwall, querida. O debo decir Anne.
- ¿De que estás hablando?
- Ya vamos cariño, eres tú. Y tú me quisiste matar, ¿Por qué? Yo tendría que ser el enojado, el que ha sido engañado.
- Este bien, soy yo. Se saca la peluca, su disfraz y los lentes. -  Pero mientes, nunca has sido engañado y menos de mi parte. Solo necesitaba afecto, alguien que me amara y vos no me lo dabas. Yo para vos era como un cajero una máquina de darte plata para que vos solo me uses. No podía seguir mas así. 
Esta mañana me desperté con cierta bronca hacia ti y un maravilloso plan para saber tu cariño hacia mí. Como sabrás, la casa de "Greenwall" está habitada pero yo le pedí a la mujer, Julie, que por hoy me dejara la casa libre. Ella aceptó y continué con mi plan. Me disfracé de vieja, para dar un aspecto de debilidad y aproveche que eras escritor para contarte una cierta historia la cual tenía como objetivo dos cosas:
Primero debía contarte mis sentimientos, mis historias románticas y deseos de forma en la que no te des cuenta, de forma irónica, indirectamente. Luego te preguntaría acerca de tu novela y como seria, pregunta que te hice al principio de la conversación. Afortunadamente hablaste de mi, de tu desconfianza y que me querías, sin saber quién era, matar. El segundo objetivo era matarte pero no podía, primero debería estar completamente segura de que no me amabas, luego que eras totalmente un crédulo y por último que realmente sin mí no sos nada. Por eso el té, el veneno si es cierto. Lastimosamente no cumplió en su totalidad. Pero hay una oportunidad más de destruirte.
Un tremendo silencio recorrió la habitación.
No podía creerlo, todo aquello era cierto, lo había logrado, me estaba matando pero ya no mas con veneno sino con palabras. Yo era un fracaso y la única razón por la que sigo vivo es ella. Pienso en sus últimas palabras, ¿a que se refiere? Es cuando la veo tomando del té, el mismo té que no surtió totalmente efecto en mí. Pero quizás en ella sí. 
- ¡Noooo!  ¿¡Qué hacés !? Intento frenarla pero rápidamente sale corriendo en dirección al baño, en mitad de recorrido se desvanece. Podría estar muerte o mismo desmayada lo único que me queda es rogar que sea solo una ilusión.
                                                   
                    Fin