20 de noviembre de 2012



EL OTRO LADO DEL RECUERDO

(Habitación oscura, con las ventanas cerradas. En la derecha se encuentra una cama desordenada, en el centro, un armario, y a su izquierda se ve un espejo de cuerpo entero, las paredes están pintadas de negro y el piso es de madera.
Enfrentado a la cama hay un escritorio con papeles y una silla. En la habitación, una chica camina nerviosamente alrededor del cuarto y se sienta en la asilla con la mirada perdida. Se levanta y vuelve a caminar)

Hombre: (grita a través de la puerta) ¿estás despierta?

Chica: (exclama furiosa) ¡no me molestes! (interrumpe sus pasos y comienza a murmurar) siempre están ahí, vigilándome, como si estuviera loca (se ríe histéricamente) ¿ellos son los locos! Que me tienen encerrada todo el día…

(Se sienta en la silla con la cabeza entre las manos, balanceándose en la silla)
¿Por qué piensan que estoy loca? ¿Por qué ¿ (desesperada) si lo único que hice fue…(para abruptamente) no (firme) yo no tuve la culpa, fueron ellos, siempre son ellos, siempre detrás de mí, persiguiéndome, arruinando mi vida, ¿Por qué todo tuvo que pasar así?, él me quería (tranquila) estoy segura, lo que pasó no fue mi culpa ¡fue culpa de ella! (exaltada); ella se apareció y arruinó todo, yo no tuve nada que ver con eso, ella sólo se fue y ya, ¿ por que me echan la culpa a mi? Si yo no tuve nada que ver con eso. Yo vi lo que hizo, no pude pararla, ella siempre manejándome, (grita) ella es la loca…

(Escucha un ruido desde afuera, se detiene a mirar la puerta, se levanta y vuelve a caminar) él no lo sabía, no sabía cómo era ella, y tenía que meterse en medio, y ella es tan manipuladora, (se revuelve el pelo, murmura bajito) si él no hubiese aparecido esa noche, la hizo enloquecer, yo sabía que tenia que estar sola pero el apareció de la nada, se puso histérica, empezó a gritar (tiembla) caminaba todo el tiempo, era un encuentro entre nosotras decía ella, y él no tenía que estar allí, ella salió corriendo (llora desgarradoramente) yo la seguí…

¿Por qué? ¿Por qué? (desesperada; se sienta y vuelve a balancearse) ella está loca (grita) ella, no yo, y él no lo sabía, y fue con ella, traté de pararlo, pero no, no me escuchó… (Se queda callada, se levanta de un salto y vuelve a hablar mirando al vacío) yo tenía razón, ella mintió, nos mintió a todos y me culpó por lo que hizo, se fue y me dejó sola, todos pensaron que fui yo, decían que era yo y que ella no existía, ¿pero cómo?, ella existe, estoy segura, y ella fue quien lo…, sí ella fue quien lo mató, ¿cómo pueden decir que no existe?, yo estuve con ella en ese momento, en el momento en que lo hizo, no pude pararla, al final desapareció como si nada, me dejó sola, dejó que culparan, (camina ausente hacia el espejo y sigue hablando) como la odio, ella fue, ella fue, ( se mira en el espejo y se detiene, exclama con voz temerosa) es ella, me persigue, no me deja en paz (señala su reflejo) quiere atraparme (con determinación) ¡pero no va a lograrlo! (empieza a golpear el espejo con furia, lastimándose hasta que éste se rompe y cae en pedazos al suelo; sus manos sangran hasta que cae desmayada y exclama “por fin la mate”, y muere)


                                                                 Nathaly Pajuelo; Victoria García Tori 

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